Tres de los ocho proyectos seleccionados por FONIDE, para potenciar la creación de nuevo conocimiento en educación, son liderados por investigadores e investigadoras UC.
Desarrollar importantes investigaciones en el ámbito educativo es lo que busca el Fondo de Investigación y Desarrollo en Educación, FONIDE. Este año, tres de los ocho proyectos seleccionados son liderados por académicos y académicas de la Universidad Católica. Es así como Katherine Strasser y David Preiss, de la Escuela de Psicología; y Constanza Errázuriz, del Campus Villarrica, podrán desarrollar nuevo conocimiento en el ámbito de la educación, especialmente relevante en momentos tan desafiantes para nuestros sistema educacional.
Este concurso busca: Promover la realización de estudios de calidad, relevantes para la toma de decisiones de políticas educativas y para la gestión del sistema educativo chileno; Orientar a una construcción de una agenda de prioridades de investigación educativa; y Mejorar el acceso y el uso de productos y resultados de las investigaciones educativas desarrolladas en el marco de FONIDE.
El aporte de la UC en Educación
Evaluar el impacto de un tipo especial de vocabulario en el aprendizaje de los objetivos curriculares en primero básico, es el objetivo de la investigación que lidera Katherine Strasser.
“Hasta ahora, todos los modelos e intervenciones se han enfocado en la contribución de las palabras académicas generales -palabras que son importantes en todas las disciplinas académicas. Pero nosotras queremos probar que son las palabras disciplinarias específicas -palabras que son importantes en cada disciplina, no en general- las que realmente influyen en la capacidad de los estudiantes de leer textos informativos y construir conocimiento a partir de ellos”, explica la académica.
Y añade: “Este fondo representa una oportunidad para explorar una nueva hipótesis acerca de la relación entre el vocabulario y la comprensión, una hipótesis que podría tener más implicancias para la intervención que los modelos que se manejan hasta hoy. En ese sentido, es muy emocionante, porque es una hipótesis novedosa que mis coinvestigadoras y yo hace tiempo estábamos considerando, y ahora por fin podemos comenzar a estudiarla”
Por su parte, David Preiss busca identificar las brechas de capital digital, creatividad y bienestar psicológico, entre estudiantes de primera generación y generación continua, al inicio y en fases avanzadas de sus estudios universitarios, evaluando diferencias por género y controlando por diferencias individuales en atención plena y divagación mental.
Como explica el académico, “es muy importante evaluar si las conocidas brechas académicas entre estudiantes de primera generación y de generaciones continuas se reproducen en otras habilidades no académicas. Aquí, consideraremos dos componentes esenciales: el capital digital de los estudiantes y la creatividad”.
Otra área donde este proyecto tiene incidencia es en las políticas públicas asociadas al cuidado de la salud mental de los estudiantes universitarios. “Tenemos poco conocimiento disponible sobre si estos problemas de salud mental son aun más intensos en estudiantes de primera generación”, afirma Preissy agrega: contar con antecedentes que permitan entender cómo estos problemas de bienestar psicológico se expresan en estudiantes de primera generación, contribuirá a tener información para diseñar iniciativas pertinentes que permitan abordar estos nuevos desafíos.
Finalmente, Constanza Errázuriz busca dar una mirada a las escuelas de la Araucanía, específicamente en las prácticas pedagógicas de desarrollo lector de docentes de excelencia en distintas disciplinas.
Este fondo “constituye un impulso para seguir desarrollando toda una línea de investigación sobre la literacidad en la escuela y en la formación docente, pues ya hemos descrito el rendimiento y concepciones sobre escritura de estudiantes de Pedagogía, las actitudes de lectura de los estudiantes, sus desempeños lectores, las concepciones sobre lectura del profesorado en ejercicio y la relación entre los tres últimos factores. Ahora podremos avanzar en describir las prácticas docentes de excelencia de desarrollo de la lectura en las disciplinas escolares”, explica.
El proyecto busca analizar estas prácticas y sus características, para difundir las buenas prácticas docentes y así favorecer la calidad de las prácticas pedagógicas de profesores chilenos, retroalimentando la formación docente. “Nos interesa partir desde lo que los profesores sí hacen muy bien en sus prácticas pedagógicas para desarrollar la lectura en sus disciplinas, es decir, en las distintas asignaturas del currículo escolar y no solo en Lenguaje”, acota la investigadora.