Chile se une al proyecto CTA para construir gran complejo astronómico en el Hemisferio Sur.
El Cherenkov Telescope Array (CTA) es un ambicioso proyecto científico internacional que busca la construcción de un conjunto de 100 telescopios para el estudio del universo en rayos gamma de muy alta energía. Estos rayos traen información sobre los fenómenos más extremos que ocurren en el Universo.
l complejo científico CTA contempla la construcción de 100 telescopios de 6, 12 y 24 metros de diámetro. Una de las alternativas para emplazar el proyecto es la región de Antofagasta.
En una reunión realizada en Turku, Finlandia, se confirmó la incorporación de Chile al Consorcio CTA. El proyecto construirá un complejo de 100 telescopios de 6, 12 y 24 metros de diámetro sobre un terreno de varios kilómetros que servirán para detectar rayos gamma que contienen información sobre distintos fenómenos del cosmos.
La primera etapa del proyecto CTA se levantará en el Hemisferio Sur para tener una visión más clara y directa hacia la región central de la Vía Láctea. Las planicies cercanas al telescopio VLT (Cerro Paranal), en la Región de Antofagasta, es una de las opciones para emplazar los telescopios. La otra está en Namibia, donde ya existe un telescopio de características similares, pero a menor escala. La nitidez de la atmósfera y la existencia de numerosos observatorios en el norte de Chile son las ventajas que ofrece nuestro país para la instalación del complejo.
En cuanto a las fortalezas y oportunidades que ofrece Chile para la instalación de este complejo, versus la realidad de Namibia, el académico del Instituto de Astrofísica UC Andreas Reisenegger, quien forma parte del equipo de investigadores, comentó que “por un lado, Chile tiene mucho más infraestructura, por ejemplo en términos de caminos y telecomunicaciones. Por otro lado, tiene una larga historia de albergar observatorios exitosos, entre ellos el de ESO en Cerro Paranal. Se piensa instalar CTA en los terrenos colindantes con este observatorio, de manera que en gran parte podrá compartir su infraestructura y logística. Finalmente, Chile tiene también recursos humanos importantes, tanto en las áreas que estudia CTA, como en física de partículas y astrofísica, como en las diversas áreas de la ingeniería requeridas para construir y operar el observatorio”, indicó.
Para la comunidad científica y tecnológica, la incorporación de Chile al CTA representa una gran oportunidad para la investigación en distintas disciplinas. Además de los astrónomos, los físicos que estudian las altas energías y que tienen conocimientos en instrumentación y experimentación -gracias a su participación en el acelerador LHC del CERN, en Ginebra-, podrán usar este observatorio para el estudio de la física de partículas. La ingeniería también podrá aportar en la modelación y diseño de telescopios resistentes a sismos y vientos, el estudio de suelos y la transmisión y procesamiento de grandes cantidades de datos.
En el proyecto ya participan más de mil científicos de 29 países distintos, especialmente de Europa. A nivel latinoamericano están presentes México, Argentina, Brasil y ahora Chile, con científicos e investigadores de ocho instituciones: Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago), Universidad Técnica Federico Santa María (Valparaíso), Universidad Católica del Norte (Antofagasta), Universidad de Valparaíso (Valparaíso), Universidad de Concepción (Concepción), Centro de Estudios Científicos (Valdivia), Universidad de Chile (Santiago) y Universidad Andrés Bello (Santiago).
Áreas de estudio
El complejo de telescopios del CTA podrá observar diversos fenómenos de alta energía asociados al agujero negro supermasivo que hay al centro de la Vía Láctea, remanentes de supernova, pulsares y la posible aniquilación o decaimiento de la “materia oscura”, que generan los rayos gamma. Los telescopios detectarán la luz azul que se produce por el efecto Cherenkov (partículas cargadas al interactuar con las de la atmósfera). El complejo será superior a otros similares que operan actualmente: HESS en Namibia, MAGIC en España y VERITAS en Estados Unidos.
Según se explica en la web oficial del CTA (https://portal.cta-observatory.org/Pages/Home.aspx), los objetivos del proyecto se agrupan en tres líneas principales: Entender el origen de los rayos cósmicos y su rol en el Universo; comprender la naturaleza y variedad de la aceleración de partículas alrededor de los agujeros negros; y buscar la naturaleza última de la materia y la física, más allá del Modelo Standard.