CENIA y CATA: el futuro de la inteligencia artificial y la astrofísica en Chile

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Mientras que el Centro Nacional de Inteligencia Artificial inicia el proceso de posicionamiento para convertirse en el referente de IA en el país. El Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines cuenta con una década más de investigación asegurada, que no sólo abarca el estudio de las estrellas y galaxias, sino que la creación de innovadores proyectos como un dispositivo que puede detectar emisión de teléfonos celulares en derrumbes.

El director de CenIA, Álvaro Soto, comentó que los desafíos principales en este primer año incluyen la creación de los equipos de trabajo, la generación de una cultura institucional y el acercamiento con los sectores público y privado.

Generar confianza con el sector público y privado, para que estos lo vean como un socio natural para el desarrollo de iniciativas en inteligencia artificial (IA) es el principal desafío del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CenIA) en su primer año de creación. “Nuestra vocación está asociada a promover la excelencia, el intercambio de ideas, el fomento del talento y la búsqueda de un progreso tecnológico sustentable y ético, en armonía con el medio ambiente y el desarrollo humano”, destacó el académico de Ingeniería UC y director del CenIA, Álvaro Soto.

A través del desarrollo científico y tecnológico de la IA, este centro basal de excelencia de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) contribuirá a mejorar la calidad de vida de la sociedad y de quienes la conforman, mediante iniciativas como el uso de IA para afrontar problemas urgentes y desafiantes en áreas como la energía, el desarrollo urbano, el cambio climático, la salud y la educación. “CenIA espera aportar significativamente al desarrollo de nuestro país”, agregó Soto.

ADN CenIA

Para esta primera etapa, este ya cuenta con asociaciones estratégicas con dos reconocidos organismos de investigación: el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable UC (CEDEUS) y el Centro de Energía (EC-FCFM, Universidad de Chile), en las áreas de desarrollo urbano y energía sustentables, respectivamente.

“Una de las características especiales de la IA es su transversalidad y el potencial de impactar positivamente en una gran gama de actividades humanas, por lo que se espera que desarrollemos una gran cantidad de proyectos en áreas muy diversas”, comentó su director.

Álvaro Soto explicó que, en el área de desarrollo urbano, la IA puede ayudar a generar ciudades más amigables, mejorando los sistemas de control de tráfico o la información disponible para el desarrollo de políticas públicas sobre el uso de espacios, entre otros. Mientras que en las energías sustentables, se busca contribuir a la solución de problemas importantes para la industria energética como son: la previsión precisa de los recursos solares, eólicos e hídricos; la predicción y gestión óptima de la demanda energética; la gestión óptima y anticipada del mantenimiento; la detección y reducción proactiva de fallos o cortes de energía; entre otros.

CATA avanza

Tras un año de trabajo y luego de la adjudicación del cuarto concurso de financiamiento Basal para Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia, el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) inicia una segunda fase con la renovación del 60% de los investigadores principales (con un promedio de 42 años de edad), una mayor participación femenina, 41 investigadores asociados provenientes de 12 universidades de Arica a Concepción, de este número un 41% son de instituciones de educación superior de regiones.

Astrónomos del Instituto de Astrofísica y del Centro de Astro-Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile desarrollan proyectos de investigación en el Telescopio de Cosmología de Atacama desde su instalación en el norte del país en el año 2007.

“Hoy comenzamos una aventura que se prolongará por una década con un único fin: que los beneficios asociados al hospedaje de los observatorios astronómicos más grandes y avanzados del mundo alcancen a todo nuestro país”, comentó el académico del Instituto de Astrofísica UC e investigador principal de CATA, Ezequiel Treister.

El CATA desarrolla siete áreas científicas, cubriendo temas como agujeros negros, cosmología, evolución de galaxias, formación de estrellas, planetas extra-solares y astrobiología. Además, está a cargo del entrenamiento de las nuevas generaciones de astrónomos y astrónomas, generando capital humano avanzado en todo el país.

En el proyecto participan cuatro laboratorios de instrumentación astronómica: el Laboratorio de Ondas Milimétricas y el Laboratorio de Astro-fotónica en la Universidad de Chile, el Centro de Astro-Ingeniería en la Universidad Católica y el Centro de Instrumentación Astronómica de la Universidad de Concepción. En estos laboratorios se han desarrollado desde detectores de ondas de radio hasta componentes de espectrógrafos ópticos e infrarrojos para los telescopios más grandes del mundo.

No sólo estrellas y galaxias

Ezequiel Treister destacó que la astronomía entrega grandes oportunidades para el desarrollo de técnicas de manejo y análisis de grandes volúmenes de datos, junto con algoritmos basados en inteligencia artificial, citando el acuerdo de colaboración con Microsoft Chile. “Gracias a este, gran parte de nuestra investigación se llevará a cabo utilizando la plataforma de computación en la nube y almacenamiento de datos Azure, junto con sus herramientas de análisis y visualización. Más aún, esta alianza permitirá que los alumnos e investigadores jóvenes trabajando en el CATA reciban certificaciones y puedan realizar pasantías en las oficinas centrales de Microsoft en Estados Unidos”, dijo.

“Se creó un detector de humedad en maderas, un dispositivo que puede detectar emisión de teléfonos celulares en derrumbes y más recientemente un medidor de dióxido de carbono que mantiene registros con excelente precisión temporal. En estos años esperamos contribuir y trabajar en proyectos de comunicaciones satelitales y 5G, radares meteorológicos y estudios de relaves y meta-materiales con sus aplicaciones a la minería, entre otras muchas aplicaciones del conocimiento desarrollado en estos laboratorios”, adelantó el científico.

En relación, a la divulgación científica que se genera desde este centro, se continuarán realizando iniciativas como “los webinars de oro en Astrofísica” con destacados expertos y expertas de todo el mundo, incluidos premios Nobel; las escuelas de Astronomía para profesores; los congresos astronómicos escolares, entre otros.

“Sin duda nos espera un gran desafío en estos años, pero empezamos el trabajo con una gran energía y dedicación, esperando que la luz del Universo que recogen los telescopios más grandes del mundo instalados en el desierto de Atacama llegue a todos los rincones del país, contribuyendo a nuestro bienestar y desarrollo”, finalizó el investigador.

Lee la columna completa de Ezequiel Treister en emol.com.