El académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, experto en ciencias atmosféricas y cambio climático, se incorporó como miembro de número tras el patrocinio de la investigadora Gloria Montenegro, quien también es parte de la red.
El investigador de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal se suma a los más 250 miembros que tiene ACAL en Latinoamérica. Foto: Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC.
Francisco Meza, destacado investigador y docente de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, fundador del Centro de Cambio Global UC y actual director de la nueva carrera de Ingeniería en Recursos Naturales, fue aceptado como miembro de número de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL).
Su incorporación a este destacado grupo de científicos latinoamericanos fue impulsada por otra gran investigadora de nuestra Universidad: Gloria Montenegro quien también es miembro de número de ACAL.
El profesor Meza expresó su alegría por esta noticia: “Esto es algo de la mayor significación para mí y espero que también sea una buena noticia para la Facultad y la Universidad”, explicó, pues “La Academia de Ciencias de América Latina tiene una larga tradición. Fue fundada por científicos muy connotados de Chile, como Jorge Allende y Héctor Croxato. Para mí es un reconocimiento y una oportunidad de contribuir al desarrollo de las ciencias en la región, aportando especialmente en el tema de ciencias de la agricultura y su relación con el cambio climático”, detalló.
Uno de los desafíos que asume como miembro de la ACAL es el de profundizar en su labor como experto en medio ambiente desde la vereda latinoamericana: “me gustaría trabajar en temas ambientales, en el desarrollo de una investigación más focalizada en la solución de grandes problemas, aplicando una visión de tipo ingenieril para la optimización de sistemas naturales y el uso eficiente de recursos naturales. Eso es crucial para la lucha contra el cambio climático y debe ser incorporado en las estrategias de mitigación y adaptación”, declaró.
Desarrollo científico de Chile para Latinoamérica
La Academia de Ciencias de América Latina fue creada en 1982 por un grupo de investigadores latinoamericanos para honrar la memoria de Simón Bolívar. En 1983, año del bicentenario del nacimiento del prócer, estableció su sede permanente en Caracas.
Su misión es promover y contribuir al desarrollo de las ciencias matemáticas, físicas, químicas, de la vida y de la tierra y sus aplicaciones en beneficio del desarrollo y de la integración humana, cultural y social de América Latina y el Caribe.
Para Meza, ser parte de este tipo de instancias “contribuye a la vinculación internacional de la Universidad, pues abre las puertas a desarrollar proyectos de intercambio, mientras que fortalece redes para desarrollar trabajos interdisciplinarios de mayor alcance. Para mí es muy importante este aspecto, especialmente con el desafío de la nueva carrera de Ingeniería en Recursos Naturales, que deseamos tenga un alto impacto en Chile y en la región”, explica el también director de la nueva carrera de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal.
“Para mí es un reconocimiento y una oportunidad de contribuir al desarrollo de las ciencias en la región, aportando especialmente en el tema de ciencias de la agricultura y su relación con el cambio climático”, destacó Francisco Meza, investigador de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal.
Actualmente la Academia cuenta con más de 250 miembros de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Los Académicos son investigadores reconocidos nacional e internacionalmente por sus contribuciones al conocimiento científico.