Dos proyectos estrella se desarrollan actualmente en el Centro Interdisciplinario de Neurociencia UC: uno el que mide el desarrollo cerebral en niños y niñas que participan en talleres de robótica; y el segundo, el que crea un “mapeo funcional” del cerebro para pacientes sometidos a neurocirugía, que sirva como una hoja de ruta para reducir los riesgos en estas intervenciones.
Este centro, a través de su taller de robótica, estudia cómo el cerebro, estimulado de forma ecológica e integral, es capaz de generar cambios plásticos en las funciones cognitivas, sociales y emocionales durante el desarrollo. Foto: Neuro UC.
El Centro Interdisciplinario de Neurociencia UC involucra a cuatro facultades de la Universidad Católica: Medicina, Ciencias Biológicas, de Química y de Farmacia, y Ciencias Sociales, a través de la Escuela de Psicología. Esta iniciativa, que surgió para sustentar el doctorado en neurociencias en la universidad, actualmente desarrolla tres focos: la proyección al medio externo, el desarrollo de tecnologías y el impacto social.
El director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia UC, Francisco Aboitiz, quien es biólogo de formación y académico de la Facultad de Medicina; y Florencia Álamos, investigadora de este centro, trabajan intensamente por “aterrizar” la neurociencia que se hace al alero de la universidad y acercarla al público no especializado, a través de investigaciones y proyectos que potencian el desarrollo de la inteligencia artificial, interfaces entre computadores y cerebros, creación de “mapeos cerebrales”, para que las intervenciones neuroquirúrgicas sean más precisas y evitar el riesgo de afectar zonas como el lenguaje o la motricidad.
“Junto con Florencia estamos realizando un proyecto relacionado con generar un taller de robótica en escuelas de alto riesgo social, en la Región Metropolitana, y evaluaremos el desarrollo cognitivo en esos niños y niñas a medida que van cursando el taller”- Francisco Aboitiz, director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia UC.